Recuerdo perfectamente cuando escuché hablar de Scrum por primera vez. Fue a inicios de la década del 2000 cuando, revisando un avance de un trabajo de título en un Instituto, uno de mis estudiantes habló de la “melé”.
Yo conocía ese término como un galicismo que representaba una pelea cercana (lo había leído en una historia de un piloto de la Francia libre que luchaba con la RAF durante la Batalla de Inglaterra a inicios de la segunda guerra mundial). Por eso le pedí que me explicara a que se refería y el lo logró pero a duras penas ya que no dominaba el tema que trataba de aplicar.
Luego supe que el término correcto era “Scrum” y que se refiere a: “…en el juego de rugby es una formación fija cuya función es disputar la pelota y volver a ponerla en juego, luego de una falta menor. Según el reglamento en español de la IRB se denomina scrum, al igual que en idioma inglés, aunque en España se utiliza una traducción del reglamento que lo denomina melé, al igual que en Francia”
Comencé a estudiarlo con las fuentes que había a mediados de los años 2000 y no era mucho ya que los libros de Ingeniería de Software de esa época no lo incluían como tema (de hecho en la séptima edición de “Ingeniería de Software” de Ian Sommerville publicado en castellano el año 2005 no se menciona la agilidad. Solo se habla de XP entre las páginas 364 a 369. Ese tema se incluye en el capítulo llamado “Desarrollo rápido de software”. En esa presentación se incluyen sus prácticas principales tales como planificación incremental, entregas pequeñas, diseño sencillo, desarrollo previamente probado, refactorización, programación en parejas, propiedad colectiva del conocimiento y aprendizaje, integración continua, ritmo sostenible y cliente presente).
Por esa razón cuando tuve la posibilidad de acceder a una Certificación de Scrum Master el año 2010 no dudé en participar en él. Dicha certificación fue dictada por la relatora Claudia Ruata Cattani de Córdoba Argentina (https://www.linkedin.com/in/cruata/). Ella tuvo la gentileza de dictar las clases en la Universidad donde yo trabajaba y sus enseñanzas me permitieron ordenar todos los temas que tenía ya conocidos pero no bien estructurados.
Esa certificación, reconocida internacionalmente, fue avalada por la organización Scrum Manager: www.scrummanager.com
Unos años después tuve la posibilidad de renovar la certificación y esta semana lo pude lograr por tercera vez. En el siguiente acceso lo comento a mis contactos en LinkedIn: https://www.linkedin.com/pulse/respecto-la-agilidad-gerardo-cerda-neumann
Por lo tanto respondiendo la pregunta de si es útil o no tomar una certificación: recomiendo tomar una buena certificación ya que permiten darle una estructura coherente de los temas relacionados facilitando la aplicación de los mismos. Sin duda que sí es conveniente.
Como apoyo al aprendizaje de esos temas relativos a la agilidad los invito a visitar nuestra lista de reproducción en el canal de YouTube: https://www.youtube.com/playlist?list=PL7Pu6zXV4tEexzskUS7E4ohMG3X6qUH5h
Esa lista busca ser un punto de encuentro para que estudiemos juntos todos los temas relevantes de la Agilidad. Es un espacio para recibir sus comentarios y sugerencias de los futuros temas que podemos agregar.