Esta pregunta me llegó a raíz de un Webinar internacional sobre Big Data en el que participé esta semana. Lamentablemente no hubo tiempo para presentar mi respuesta durante el evento así es que la quiero compartir con ustedes.
Lo primero que habría que definir es el concepto de “Economía de los Datos” ya que el otro es de sobra conocido.
Según Emilio Ontiveros en Economía de los Datos, Riqueza 4.0 (2017) se entiende como un “conjunto de iniciativas, actividades y/o proyectos cuyo modelo de negocio se basa en la exploración y explotación de las estructuras de bases de datos existentes (tradicionales y procedentes de nuevas fuentes) para identificar oportunidades de generación de productos y servicios”.
De esta propuesta se rescatan dos elementos fundamentales:
Es un modelo que se basa en la “exploración y explotación de las estructuras de bases de datos existentes”, es decir que se aprovechan los datos ya existentes (la Profesora Diana Heredia, de la Universidad Simón Bolívar de Colombia, mencionó en su exposición en el evento ya mencionado, que las empresas sacan provecho solo al10% de los que poseen).
Busca “identificar oportunidades de generación de productos y servicios”, por lo tanto se plantea como un complemento para la economía de producción de bienes.
Dicho esto, me parece interesante comentar que la Economía de Datos o Economía Digital empieza a ser perfilada por Nicolás Negroponte en su Libro “Ser Digital” del año 1995. Él comienza a destacar la importancia de los bits por sobre los átomos (objetos físicos).
Luego, años después en 2006 Chris Anderson publica el libro “La Economía Long Tail: de los mercados de masas al triunfo minoritario”, edición mejorada del libro del 2004. En ese texto explica que mediante el uso de los datos digitales se pueden vender muchos productos distintos para necesidades más específicas acumulando en total una venta mayor que los pocos productos más populares. Esta lógica se basa en generar una alta demanda (vender muchas veces cosas que por separado tienen poca demanda), almacenamiento (optimizar el que sea físico y tratar de digitalizar la mayoría de los productos) y recomendación (al vender un producto “top” se le recomiendan varios de la “cola” para que sean adquiridos también).
La CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe) ya en el año 2013 opinaba que “luego de décadas de implementación de estrategias y políticas de apoyo a la difusión de las tecnologías de la información y de las comunicaciones (TIC), constatamos que estas tienen un impacto positivo en el crecimiento económico, la inversión tecnológica, la estructura productiva y el comportamiento de las empresas y los consumidores”.
Destacan que los facilitadores de esta economía digital son “la movilidad, la computación en la nube, las redes sociales y el análisis de grandes datos (big data analytics)”.
Indican que “Los activos TIC explicaron 14% del crecimiento del PIB en Brasil, 7% en Chile” en comparación con que “en los países desarrollados, esos activos explicaron entre 13% y 25%”.
Y concluyen que “la economía digital como parte de una nueva visión del desarrollo que puede actuar como catalizador del cambio estructural, fomentando la inversión de largo plazo, la diversificación de la estructura productiva y la mayor convergencia en los niveles de productividad del conjunto de la economía”.
Por lo tanto todo parece indicar que la Economía de Datos o Digital es y seguirá siendo un complemento para la de producción de bienes, poniendo énfasis en la generación, almacenamiento y análisis de datos para tomar mejores decisiones.
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