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5 Verdades Incómodas (y Sorprendentes) que la IA Revela Sobre el Futuro de tu Trabajo en Software

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Introducción: El Futuro ya no es lo que era

La conversación sobre el impacto de la Inteligencia Artificial en el mundo laboral, y en particular en la ingeniería de software, genera una mezcla de ansiedad y curiosidad. Sin embargo, hemos superado el pánico inicial de la "eliminación masiva de empleos" para llegar a una comprensión más matizada y realista: la IA se perfila como la herramienta de productividad más disruptiva de nuestra generación. Lejos de ser una amenaza monolítica, su verdadero impacto esconde varias verdades contraintuitivas.


Este artículo revela cinco ideas poderosas, extraídas de la experiencia de expertos, que cambiarán tu perspectiva sobre el futuro de tu rol en el desarrollo de software.


1. El viejo dilema del software tiene una nueva solución: "El usuario sabe lo que quiere cuando lo USA, no cuando lo ve".

En la ingeniería de software es bien conocido el problema de que los usuarios finales a menudo tienen dificultades para articular sus necesidades con precisión. Las ideas abstractas y los diseños estáticos no son suficientes, pues la verdadera validación ocurre cuando pueden interactuar con un producto funcional.


El Dr. Javier Garzas lo resume de manera magistral en una cita clave:


El usuario o sea quien va a ocupar nuestra solución tecnológica sabe lo que quiere no cuando lo ve sino cuando lo usa.


Históricamente, la ingeniería de software ha abordado esto con dos tipos de prototipos: el "prototipo de usar y botar", que es desechable, y el "prototipo evolutivo", que se va refinando. La novedad es que la IA Generativa cambia las reglas del juego para ambos. Herramientas como Bolt están acortando drásticamente los tiempos de desarrollo de prototipos funcionales. Mientras que antes se requerían herramientas como Figma para crear diseños que, aunque útiles, eran lentos de actualizar, ahora es posible generar una interfaz interactiva en minutos. Este cambio es impactante porque permite validar ideas y requerimientos en horas en lugar de semanas, cerrando la brecha entre la necesidad del negocio y la solución técnica a una velocidad sin precedentes.


2. El poder cambia de manos: La IA convierte a los expertos de negocio en creadores.

Tradicionalmente, el experto de negocio dependía por completo de los equipos técnicos para visualizar y materializar sus ideas. Ahora, un experto de negocio, sin necesidad de conocimientos técnicos profundos, puede utilizar herramientas de IA como Bolt para crear sus propios prototipos funcionales a partir de simples instrucciones en lenguaje natural (prompts).


El ejemplo de la creación del sitio web "Dulce Vida" lo demuestra a la perfección. Con un simple prompt como "crear sitio web de dulces y bebidas", la IA no solo generó una interfaz, sino que inventó el nombre, un logotipo, los productos ("caramelos surtidos", "bebidas naturales", "chocolates"), precios e incluso el texto promocional ("los mejores dulces y bebidas refrescantes"). Además, fue capaz de convertir los precios de euros a un valor "razonable" en pesos chilenos. El impacto de esto es profundo: los expertos de negocio ya no llegan a las reuniones con una idea abstracta, sino con un prototipo funcional que demuestra "una estructura muy clara, funcionalidades básicas que requiere, etcétera". Llegan con un punto de partida tangible, potenciando la precisión y velocidad del desarrollo desde la primera conversación.


3. El verdadero riesgo no es el reemplazo, es la irrelevancia.

El temor más común es que una IA reemplace directamente a un profesional. Sin embargo, el riesgo real es más sutil y mucho más probable: que un profesional que usa la IA de manera efectiva te supere en productividad y calidad.


Para entender este nuevo escenario, el ponente del material de origen propone un concepto central para enmarcar la discusión: ver a la IA como un copiloto. El profesional sigue siendo el piloto, quien toma las decisiones estratégicas y críticas, pero el copiloto de IA lo asiste, automatiza tareas repetitivas y potencia sus capacidades.


Analizando este riesgo, el ponente comparte las ideas de un video publicado ese mismo día por el Dr. Garzas, quien advierte que el mayor peligro no es para los profesionales de alto nivel, cuya experiencia estratégica es difícil de replicar, sino para los profesionales de nivel intermedio que no se adapten a estas nuevas herramientas. Además, la barrera de entrada a la tecnología se reduce. Personas no técnicas podrían sentirse tentadas a entrar en roles técnicos junior (analista, programador, tester) apoyándose en la IA, lo que aumentará la competencia en esos niveles.


4. Más código, más problemas: Por qué la IA podría generar más trabajo para algunos roles.

Contrario a la creencia popular de que la IA reducirá la cantidad de trabajo, podría ocurrir exactamente lo contrario en ciertas áreas. La capacidad de generar código y proyectos a una velocidad mucho mayor crea un "círculo virtuoso" (o vicioso, según se mire).


Si los programadores, potenciados por sus copilotos de IA, son capaces de generar mucho más código y entregar más proyectos, la necesidad de asegurar la calidad de todo ese software también aumentará exponencialmente.


Esto pone un foco especial en el rol del Tester. Lejos de desaparecer, su trabajo se volverá más crucial. Tendrán mucho más que probar, pero su forma de trabajar cambiará. Las laboriosas pruebas manuales serán reemplazadas por el uso de la IA para generar casos de prueba complejos y de alta calidad a partir de simples prompts en lenguaje natural. Esto no elimina al tester, sino que lo convierte en un profesional mucho más productivo y estratégico.


5. Tu mejor defensa es entender el negocio (no solo la tecnología).

En un mundo donde la IA puede generar código, diseñar interfaces o crear casos de prueba, la habilidad técnica pura, aunque sigue siendo indispensable, pierde parte de su ventaja competitiva exclusiva.


La idea final es clara: la mejor manera de asegurar tu valor y evitar ser reemplazado es combinar tu habilidad técnica con un profundo entendimiento del negocio en el que operas. Un programador o analista "abstracto", que solo conoce las herramientas pero no el contexto de la empresa, siempre ha sido más reemplazable. La IA simplemente acelera esta realidad. Si solo sabes de tecnología, compites directamente con una herramienta que es cada vez mejor en ello. Si sabes de tecnología y del negocio de tu cliente, ofreces un valor estratégico que la IA, por ahora, no puede igualar.


Incluso en esto, la IA puede ser tu aliada: puedes darle la URL del sitio web de tu empresa y pedirle que te explique el modelo de negocio en 100 palabras. No hay excusas para no convertirte en ese profesional híbrido que el futuro demanda.


Conclusión: ¿Piloto o Pasajero?

La Inteligencia Artificial no es una fuerza externa que nos reemplazará inevitablemente. Es una herramienta, la más poderosa que hemos tenido, que nos obliga a evolucionar. La metáfora del copiloto es perfecta: nos apoya, nos potencia y nos hace más rápidos, pero solo si nosotros, como pilotos, tomamos los controles y dirigimos el vuelo.


La tecnología ya está aquí. La única pregunta que queda es: ¿elegirás ser el piloto que la domina o el pasajero que se deja llevar?

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Saludos cordiales

Profesor Gerardo Cerda Neumann

Editor del Blog de la Comunidad

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